Para conseguir un resultado que satisfaga sus expectativas, es necesario controlar las condiciones atmosféricas para evitar condensaciones, falta de curado, etc. Los parámetros a controlar antes de los trabajos y durante ellos son: la humedad relativa, la temperatura ambiente, la del sustrato y las condiciones meteorológicas.
Otro punto fundamental es la medición de espesores de los recubrimientos aplicados. Nuestros aplicadores, mientras hacen los trabajos, realizan los controles en húmedo mediante «peines».
Una vez la aplicación está seca, y por tanto sólo quedarán los sólidos en volumen, nuestro técnico de calidad hará el control del tratamiento mediante medidores electromagnéticos, que de una manera fiable y precisa a supervisará los trabajos que nos han sido contratados.
En función del nivel de exigencia y servicio a que esté destinado el tratamiento y según el criterio del cliente se pueden hacer una serie de controles adicionales y posteriores a la aplicación para garantizar aún más el tratamiento aplicado: